Para comenzar este blog elegí este tema ya que es la base de todo el mundo cosmético, la piel sana.
La piel es el órgano más versátil del cuerpo y el único que está directa y constantemente abierto al exterior. Es un organismo vivo que hay que respetar y cuidar, que nos protege de agentes externos, del calor, el frio, el aire y las radiaciones solares, los microorganismos.
Es impermeable, se repara, lubrica a si misma e incluso elimina residuos del organismo.
Como el pelo y las uñas, la piel refleja tanto la salud física como la mental. Puede avisar de enfermedades internas con cambios en su color o textura, con aparición de granos o manchas. Proporciona el sentido del tacto, puede ser áspera y delicada, suave o arrugada y varia según la edad…pero, en definitiva, ¿Cómo está conformada la piel?
Hay tres capas diferentes:
Epidermis
Es la capa más externa y su grosor es variable, no contiene vasos sanguíneos ni nervios, aunque si receptores de dolor y temperatura. Produce melanina que oscurece la piel para protegerla del sol
Las células de la epidermis se dividen constantemente y llegan a la superficie de la piel aproximadamente al cabo de 28 días. En este momento se transforman en células muertas, formando el estrato corneo, con alto contenido de proteínas, lípidos y agua del Factor de Hidratación Natural.
Dermis
Esta bajo la epidermis, llena de colágeno, con sus fibras elásticas confiere a la piel solidez y elasticidad. Tiene vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
La dermis extrae los desechos y regula la temperatura corporal. Dentro de la dermis se encuentran los folículos pilosos y las glándulas sebáceas.
Hipodermis
Situada debajo de la dermis, esta formada por adipocitos (quienes producen y almacenan grasa). Su función es mantener la temperatura corporal, reserva y depósito de calorías y proteger frente a traumas mecánicos.
Espero que les haya gustado :) Nos vemos en la siguiente entrada
Fuente: Melero R., Piel Sana, Farmacia Profesional, Vol. 27, Núm. 6, 43-47, Noviembre-Diciembre 2013.